En bicicleta por el valle del rio Lurin (Lima-Peru)
(28 - 31 de julio '94)
Giovanni y yo nos reunimos en mi casa ya que el resto iba a salir de Pachacamac. Nuestra partida fue en el poblado de Nieve Nieve a eso de las 11 de la mañana, llegando al Antioquia a las 4 de la tarde.
Nos levantamos muy temprano para preparar todo para el segundo día y luego de desayunar salimos hacia nuestro segundo destino, el poblado de Langas.
En este segundo día el camino comienza ha hacerse mas pesado, no por lo largo de la distancia, ya que en realidad no era mucha, sino porque se inician las pendientes las cuales comienzan a ser mas pronunciadas y a uno le cuesta mas pedalear, no solo por hacerlo en caminos de tierra, sino por el peso del equipaje.
Un grupo de siete ciclistas aprovechamos los cuatro días de feriado por 28 de julio y nos embarcamos en un viaje por la sierra de Lima.
El viaje no fue planificado, lo conversamos un día y todos nos pusimos de acuerdo. Recorrimos todo el valle del Río Lurin desde la costa hasta casi su naciente, llegando a estar a poco menos de 30 Km. del pueblo de Huarochiri, lugar de nacimiento del celebre Julio C. Tello y retornando por la quebrada de Chilca unos 60 Km. mas al sur de nuestro punto de partida.
Lo primero que hicimos fue poner a punto las bicicletas, revisar frenos, cambios, llantas, etc., además de comprar el respectivo inflador, parches, cámaras de repuesto y una parrilla para poder llevar el equipaje.
El total del recorrido fue de aproximadamente 250 kilómetros, siendo el cuarto día el mas largo ya que tuvimos que pedalear algo de 100 kilómetros.
Giovanni y yo nos reunimos en mi casa ya que el resto iba a salir de Pachacamac. Nuestra partida fue en el poblado de Nieve Nieve a eso de las 11 de la mañana, llegando al Antioquia a las 4 de la tarde.
El camino se encuentra afirmado en su totalidad con algo de encalaminado por algunos tramos y con una pendiente poco exigente; conforme íbamos avanzando preguntábamos a las personas con las que nos cruzábamos si el resto del grupo ya había pasado y su respuesta era siempre negativa, así que continuamos avanzando. Para nosotros dos en el primer día hicimos algo de 25 Km., mientras que el resto del grupo tuvo que pedalear mas o menos 60 kilómetros ya que habían salido desde Pachacamac.
Durante esta etapa, paramos varias veces para tomar algunas fotos y para esperar al resto del grupo, una de esas paradas la hicimos frente a una chacra de manzanas, por lo que aprovechamos para comer algunas y llevarnos otras para el camino.
Llegamos a Antioquia, el final de la primera etapa a eso de las 4 de la tarde, lo primero que hicimos fue buscar una bodeguita para comprar algo de comer como galletas y choclates, luego nos dirigimos a la plaza a esperar al resto de los viajeros.
Siendo las 6 de la tarde aparecieron, tuvieron ciertos problemas por eso es que se retrasaron en la partida, pero por fin estabamos todos juntos. Luego que descansaron, nos pusimos buscar un lugar donde pasar la noche y nuestro amigo Yuri, uno de los integrantes del grupo hablo con el Teniente Alcalde de la localidad, el cual nos dijo que podíamos alojarnos en una escuela que se encontraba en construcción. Nos dirigimos al lugar y vimos que efectivamente estaba en construcción, ya se habían levantado las paredes, piso y techo, pero faltaban las puertas y ventanas, pero eso no fue problemas así que pusimos nuestros sacos de dormir en el piso y nos acomodamos. Por la noche fuimos a una bodega y hablamos con la dueña le preguntamos si podía cocinarnos algo y ella amablemente accedió a cocinarnos unos riquisimos tallarines los cuales devoramos, así como una sopa, ya con la barriga llena y el corazón contento regresamos a nuestro lujoso hotel nos acomodamos en nuestros sacos de dormir y hasta el día siguiente.
Nos levantamos muy temprano para preparar todo para el segundo día y luego de desayunar salimos hacia nuestro segundo destino, el poblado de Langas.
En este segundo día el camino comienza ha hacerse mas pesado, no por lo largo de la distancia, ya que en realidad no era mucha, sino porque se inician las pendientes las cuales comienzan a ser mas pronunciadas y a uno le cuesta mas pedalear, no solo por hacerlo en caminos de tierra, sino por el peso del equipaje.
Ya habiendo pedaleado cierto tramo, un grupo de nosotros se despunto y tomo el desvío de la izquierda que llevaba al poblado de San José de Los Chorrillos, al llegar a la parte alta, paramos para esperar al resto del grupo, cuando ellos llegaron al desvío nos avisaron que habíamos tomado el camino equivocado, así que no que mas remedio que bajar para tomar el camino correcto, eso nos pasa por ir por delante de Yuri que era el que conocía el camino.
Una vez que todos nos reunimos continuamos nuestro camino pero esta vez en la dirección correcta, hacia el pueblo de Langas. Debido a que no era temporada de lluvias el paisaje era muy árido, los cerros eran color marrón y había poca vegetación, con excepción de las quebradas por donde pasaban algunos arroyos.
Una vez en Langas, hablamos con una señora la cual nos dio una habitación para pasar la noche, esta vez había una cama la cual se la cedimos a Carol, la única mujer en este viaje, el resto de nosotros nos acomodamos en el piso sobre pieles de carnero y dentro de nuestras bolsas de dormir.
Por la tarde pudimos apreciar una espectacular puesta de sol o sunset, los colores que se apreciaban eran muy intensos, todo se puso color naranja y se veía como todo el valle se iba oscureciendo, mientras que un manto de nubes se iba formando bajo nuestros pies, parecía como si el pueblo estuviera construido sobre las nubes.
A la mañana siguiente luego de desayunar y acomodar las cosas, salimos rumbo a nuestro destino final, el poblado de San Lázaro de Escomarca a casi 4000 msnm, nuevamente nos esperaba un camino con pendientes pronunciadas. Al llegar a la parte alta el pedaleo se hizo un poco más suave debido a que casi todo era plano, el cielo que nos acompañaba tenia un color azul muy intenso y casi no había la presencia de nubes, era un día perfecto para viajar, sol moderado, poco viento y un paisaje espectacular.
Poco antes de llegar a San Lázaro de Escomarca, pasamos por un lugar llamado Tres Ventanas, en el cual se encuentran cuevas y vestigios de animales con varios miles de años de antigüedad.
Una ves que llegamos a San Lázaro de Escomarca, como siempre lo primero que hicimos fue buscar habitación, hablamos con los pobladores y una señora nos cedió un cuarto de su casa; dejamos nuestras cosas en la casa, salimos a almorzar y por la tarde subimos hasta el punto mas alto de nuestro recorrido aproximadamente 4000 msnm, llegamos hasta el desvío a Mariatana, otro poblado del lugar, aquí comienza la bajada hasta Huarochiri. Desde este punto pudimos apreciar a lo lejos Nevado Pariacaca, ya con el sol descendiendo, emprendimos el regreso a Escomarca.
El ultimo día de nuestra aventura, comenzó muy temprano ya que era la etapa mas larga, teníamos que pedalear cerca de 100 km hasta la costa. Salimos de Escomarca y nos dirigimos hacia Tres Linderos, para de ahí dirigirnos hacia Olleros, un pequeño poblado en medio de la nada.
Luego de un breve descanso en Olleros, nos dirigimos a Huallanche, otro poblado que se encuentra muy cerca de la quebrada de Chilca, la primera parte de esta bajada fue por un camino de cabras que conforme nos acercábamos al poblado se iba haciendo un poco mas ancho. A partir de este punto cogimos una trocha carrozable la cual nos conducía hasta el fondo de la quebrada, donde termina la bajada y se inicia un largo plano con bastante arena y viento en contra; esta parte fue un poco dura ya que teníamos tres días de viaje y estabamos cansados pero había que seguir adelante, ya nos faltaba poco para concluir. Luego de 9 extenuantes horas de pedaleo llegamos al pueblo de Chilca en la Panamericana Sur y de ahí nos dirigimos a Lima, punto final de nuestra aventura.
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