El Gusto de Viajar: Huanuco - Tingo Maria (Peru)

(8-11 Oct '99)

Siendo las 10 de la noche un grupo de 16 personas distribuidas en 6 autos, iniciamos

nuestro viaje a la ciudad de Los Caballeros de León de Huanuco, mas conocida como Huanuco, en el Valle del Río Huallaga; nos esperaba un viaje de una 9 horas aproximadamente, así que nos preparamos para manejar toda la noche y la madrugada. Por supuesto que el viaje se prolongo un poco mas de lo previsto debido a las paradas, ya sea para comer, llenar los tanques de combustible o para tomar fotos.

La primera parada para reagruparnos fue en el peaje de Corcona, una vez todos allí continuamos subiendo por la sinuosa carretera central hasta al

Abra de Anticona (Ticlio), a donde llegamos a las 2 de la mañana, teníamos que detenernos para tomarnos la primera foto junto al letrero que indicaba la altura de dicho paso (4 msnm), a pesar del intenso frío bajamos de los autos y procedimos a tomar algunas fotos. Proseguimos nuestro viaje, llegamos a la ciudad de La Oroya y tomamos el desvío hacia la izquierda que nos lleva bordeando el Río Mantaro hasta llegar al desvío de Las Vegas, en este punto la carretera se bifurca en dos, a la mano derecha uno se va hacia Tarma (La Perla de los Andes) y el Valle de Chancamayo y si se continua defrente la carretera nos conduce a Cerro de Pasco y Huanuco.

Ya en la Pampa de Junin, el cansancio y sueño comenzaron ha hacer estragos, eran como las 3:30 AM y nos

vimos obligados a detenernos para mojarnos la cara y de esta manera evitar quedarnos dormidos mientras manejábamos. Algunos kilómetros mas adelante, nos detuvimos nuevamente pero esta vez para comer en el único restaurante, al menos eso era lo que parecía; nos sirvieron un suculento y sustancioso caldo de cabeza de carnero, muy reparador, luego de comer y con las energías recuperadas seguimos nuestro viaje.

A las 5:30 AM pasamos el desvío a la ciudad de Cerro de Pasco y llegamos al punto en donde la carretera comienza a descender hacia la ciudad de Huanuco. El amanecer nos dio la bienvenida, comenzaban a salir los primeros rayos de sol, el color del cielo era espectacular y se podía apreciar en la penumbra las sombras de los cerros y como estos se iban iluminando.

Continuamos bajando mientras la noche se iba haciendo día, pasamos por de Acobamba, el desvío a Tomayquicha (lugar donde nació la famosa Perricholi, amante del Virrey Amat), hasta que por fin a eso de las 8 de la mañana llegamos a las puertas de Huanuco, aquí nos detuvimos para reunirnos todos, una vez todos juntos ingresamos a la ciudad y nos dirigimos a la casa de una amiga, la cual

había viajado el día anterior en bus y estaba esperándonos. Luego de dar algunas vueltas logramos llegar a su casa.

Una vez en su casa procedimos a instalarnos, ocupamos la primera planta de su casa, la sala y el comedor para ser mas exactos, ellos vivían en el segundo piso y el primero no lo usaban, así que era todo nuestro. Una vez que habían bajado las mochilas y demás bultos de los autos y cada uno había ocupado un sitio daba la impresión que éramos refugiados, con colchones, maletas y mochilas por todos lados, debido a que éramos muchos, yo opte por dormir solo en una parte de la cocina, la cual no era usada, así que coloque mi insulate y el sleeping en el suelo, se podría decir que tenia una habitación privada. Horas mas tarde llego el ultimo de los autos, el cual había salido de Lima después que nosotros. Una vez que todos se habían instalado y aseado, no tuvieron mejor idea que tomarse unas cervecitas bien heladas sobre la tolva de la única camioneta pick up que había ido con el grupo, lo malo es que no fueron un par de cervezas, sino varios pares. Al ver que no tenían intención de moverse, ya sea porque estaba cansados después del viaje o por que la cerveza estaba demasiado rica, Guillermo, Pito y Yo decidimos ir a dar una vuelta por la ciudad.

Fuimos a la Plaza de Armas a ver si encontrábamos algún restaurante donde poder desayunar. La Plaza la tienen muy bien cuidada, además de ordenada y cuanta con frondosos árboles lo cual es agradable porque ofrecen bastante sombra; lo extraño es que no cuenta con una catedral como el resto de ciudades del Perú, en su lugar tiene una iglesia de estilo moderno.

Luego de un reparador desayuno comenzamos a caminar por la ciudad. Pudimos apreciar el hermoso puente de cal y canto que hay sobre el Río Huallaga, luego recorrimos una avenida la cual esta cubierta por gran cantidad de grandes arboles, lo cual da la sensación de estar circulando por un túnel. Continuamos nuestro recorrido y fuimos a visitar el Templo de las Manos Cruzadas que se encuentra en las Ruinas de Kotosh, a las afueras de la ciudad.

El camino a Kotosh es un camino de tierra pero en buen estado y queda a unos 4 Km. de Huánuco, estacionamos el auto y cruzamos el puente colgante que nos lleva a las ruinas. El complejo es pequeño y al parecer aun falta mucho por

descubrir, la parte donde se encuentras las famosas manos cruzadas es lo que mejor esta conservado, pero a pesar de todo esto no deja de ser interesante el lugar. Quisimos ir a las Ruinas de Huanuco Pampa o Huanuco Viejo, las cuales quedan en la Provincia de La Unión pero quedaban muy lejos y el tiempo no nos alcanzaría, así que lo dejamos para otra oportunidad.

Por la tarde retornamos a la casa y encontramos que el resto del grupo estaba descansando, así que los imitamos, ya que desde que llegamos a Huanuco no lo habíamos hecho.

Por la noche fuimos a la panadería de nuestra amiga a conocer a sus papás, lo que aprovechamos para agradecerles por su hospitalidad y por permitirnos quedarnos en su casa. Luego de conversar un buen rato con ellos nos dirigimos en busca de algún lugar donde se pudiera tomar algunas cerveza y bailar, así que buscamos una discoteca que también tenia karaoke por lo que decidimos entrar. Una vez todos dentro

buscamos una mesa y nos acomodamos, bailamos y cantamos en el karaoke, fue muy divertido. Esa noche quedamos en que al día siguiente muy temprano iríamos a Tingo María a conocer la cueva de las Pavas y las Lechuzas, el Velo de la Novia y otros lugares.

Pero como era de esperarse, cuando el grupo es demasiado grande es casi imposible salir puntual, ya que algunos se demoran por alguna u otra razón, así que no pudimos conocer todo. Ese día desayunamos en la panadería y recién al medio día todos estaban listos para salir, yo estaba que marcaba mil por hora, quería agrarralos a todos y molerlos a palos, pero al mal tiempo buena cara como dicen algunos.

Por fin todos estuvieron listos y emprendimos la ida hacia Tingo María que se encuentra como a 2 horas de Huanuco. Iniciamos el ascenso hacia el Túnel de Carpish que es la parte mas alta de este trayecto, antes del túnel el paisaje

es netamente serrano, se ve poca vegetación, los cerros son de color marrón, pero una vez que se atraviesa el túnel el paisaje cambia totalmente, la vegetación es otra, es completamente verde y los cerros están cubiertos de arboles y arbustos. En este punto la carretera comienza a bajar y hay muchas curvas y contra curvas por lo que hay que tener cuidado y no ir muy rápido. Nos detuvimos en una pequeña caída de agua para refrescarnos y tomar algunas fotos para luego continuar la bajada.

Luego de hora y media llegamos a la Cueva de las Pavas, que en realidad no es una cueva sino una quebrada que debido a la frondosidad de los árboles hace que se forme una especie de cueva. En este punto contratamos a un guía y decidimos ir a una cueva cercana la cual se encuentra varios cientos de metros mas adelante, estacionamos los autos en una casita muy cerca del camino y comenzamos la caminata, esta se inicia por un sendero tupido por la vegetación, que luego hay que continuar por una quebrada por la cual discurre un riachuelo, tuvimos que caminar e ir subiendo por dicha quebrada, luego de aproximadamente unos 40 minutos llegamos a una parte en donde las aguas formar una pozas y aprovechamos para darnos un baño, continuamos subiendo y encontramos mas pozas hasta que a las 4 de la tarde llegamos a la entrada de la boca de la cueva, ahí nos reunimos prendimos las dos únicas linternas para 16 personas y procedimos a ingresar con el guía por delante.

Conforme íbamos adentrándonos en ella la cueva se iba estrechando, así que teníamos que ir con mucho cuidado para no golpearnos la cabeza con el techo y las estalactitas que colgaban, pero por mas cuidado que tuvimos no faltaron los cabezazos. Ya cuando habían ingresado un buen trecho nos encontramos con un hueco por el que tuvimos que descender uno por uno y continuamos adentrándonos

mas hasta que llegamos a una pequeña laguna o sifón que nos impedía el paso, así que un amigo y yo decidimos ingresar a dicho sifón y darnos un baño. Luego de algunos minutos comenzamos a salir, a la mitad del camino las pilas de mi linterna se acabaron así que nos quedamos con solo una, la obscuridad era total, para contrarrestar eso opte por iluminarnos con el flash de mi cámara de fotos, luego de casi dos horas dentro de la cueva pudimos salir ya con la tarde bien entrada, pero antes de retornar a los autos, todo el grupo decidió darse un baño en una poza de agua que se encontraba a la salida de la cueva.

Durante el camino de regreso, comenzamos a apreciar bastantes luciérnagas las cuales nos acompañaron durante casi todo nuestro regreso, una vez que llegamos a los autos, emprendimos el regreso a Huanuco, ya que esa misma noche había que arreglar las mochilas para emprender el retorno a Lima el domingo por la mañana.

Salimos a la carretera e iniciamos el retorno a Huanuco, pero a los pocos kilómetros nos

encontramos con una fila de autos, camiones y buses, nos preguntamos ¿que es lo que había pasado? y la respuesta la encontramos un poco mas adelanta, un huayco había caído y la carretera estaba bloqueada, comenzamos a discutir sobre lo que haríamos, unos querían regresar a Tingo María para dormir y el domingo temprano subir a Huanuco y de ahí a Lima, pero al final decidimos quedarnos en la zona del huayco y esperar a que limpiaran la carretera.

Lo peor de todo era que ese día no habíamos almorzado así que nuestras tripas comenzaron a reclamarnos. Mientras esperábamos que viniera la maquinaria para despejar la vía bajamos de los autos y

fuimos a ver el derrumbe, algunos nos acostamos al costado de los autos a dormir un rato, en fin tratamos de hacer cualquier cosa para no aburrirnos, incluso tratamos de limpiar el derrumbe con palas y picos, cosa que era imposible debido a la gran cantidad de lodo y piedras que habían caído. Todo estaba en completa obscuridad no se veía nada. Algunos comenzaron a desesperarse ya que no se sabia con exactitud cuanto tiempo estaríamos parados. Estuvimos detenidos hasta las doce de la noche, hora en que llego el cargador frontal y comenzó a despejar la carretera, una vez que se pudo cruzar continuamos nuestro camino y llegamos a Huanuco a las 2 de la mañana, comimos en un hotel que se encuentra en la plaza y nos fuimos a dormir a la casa.

El domingo muy temprano iniciamos el retorno. El primer

punto donde nos detuvimos fue en Tomayquicha, lugar donde nació la Perricholi, personaje muy famoso durante la época de la colonia y la cual fue amante del Virrey Amat, paramos para conocer su casa la cual ha sido restaurada y puesta en valor, ahí se puede apreciar algunas de sus pertenencias como vestidos, muebles de la época y hasta la carreta en la cual se movilizaba que se encuentra en un

pequeño jardín junto a un pozo de agua. Después de esto seguimos nuestro camino y llegamos a la Pampa de Junin, donde aprovechamos para entrar a ver el obelisco en honor a la batalla de Junin que se dio por la libertad del Perú y América.

Luego de tomarnos algunas fotos continuamos el retorno, cruzamos La Oroya y en plena subida hacia Ticlio, me encontré con mi hermano que venia de Chanchamayo con un grupo de amigos, así que paramos en Ticlio, conversamos un rato, nos tomamos algunas fotos

y comenzamos el descenso, el cual tuvimos que hacerlo muy despacio ya que había mucha neblina, comenzó a caer algo de granizo y lluvia, por lo que la carretera estaba muy mojada y resbalosa, llegando finalmente a Lima a las 8 de la noche, muy cansados luego de tres agotadores días.