Joven aventurera necochense lleva recorridos más de 8.000 km
La necochense Belén
Aspiroz, que emprendió una travesía a bordo de su moto 125 cc. se encuentra en
la actualidad en la ciudad de Arequipa, Perú. Lleva recorridos poco más de
8.000 kilómetros y le resta aún un largo trecho hasta llegar a su destino
final, México. Pero Belén en realidad está haciendo realidad un sueño y a su
paso también va descubriendo la belleza de un paisaje que no alcanza a definir
con palabras.
Vale mencionar que antes
de emprender su viaje permaneció durante varios días en nuestra ciudad mientras
realizaba los preparativos de su moto y el equipaje, luego se trasladó a Buenos
Aires y formalmente emprendió esta aventura el pasado 2 de mayo, cuando partió
rumbo a Rosario.
A través del grupo de
Facebook “Belén y Filomena…a México!!! Me acompañás” se puso en contacto con
personas de diversos puntos que enteradas de su viaje la aguardaban a su paso y
que la alentaban a seguir.
El itinerario que lleva
realizado hasta el momento incluye Cañada de Gómez, Calera (Córdoba), el
Chamical, en Catamarca; Tafí del Valle, y La Quiaca, mientras que recién en los
primeros días de junio abandonó el país y pasó a Bolivia.
Con respecto a los
lugares que ha visitado la joven dijo que “ya en aquel país fuimos hasta Tupiza
y los paisajes son soñados con acantilados, ríos y muchos colores”.
En la altura
De allí partió hacia
Potosí, pasando por el Salar de Uyuni, por un camino donde trepó hasta
los 4.000 metros de altura y debió viajar a 20 km/h. “Cuando abandonaba el
salar me esperaban 30 kilómetros de camino de ripio y ahí tuve una caída
bastante dura donde rompí el espejo y el parabrisas de Filomena”, destacó
Belén.
Si bien la belleza del
paisaje y la hospitalidad que encuentra a su paso son de gran ayuda, Belén ha
tenido que soportar muy bajas temperaturas. “Antes de llegar a Potosí se hizo
de noche y tuve que armar la carpa, esa noche hizo -9ºC, hasta la botellita de
agua se congelaba”, recordó.
Este viaje se ha
convertido en una experiencia inédita para la joven quien expresó que “este
viaje es mágico, me crucé con unos chicos en bicicleta cuando iba para Oruro y
eran necochenses, nos abrazamos, sacamos unas fotos y les regalé una banderita
argentina”. (Ver “Otros dos jóvenes …”)
Ya lleva casi dos meses
de viaje. El tiempo que estimaba en un comienzo era de seis meses, aunque puede
demorar un poco más porque va adaptando el itinerario. “Ahora me voy a quedar
varios días en Arequipa porque hay un encuentro de motos y aprovecharé para
hacer algún trabajo para juntar dinero”, explicó Belén.
Durante esta última
etapa de su viaje recorrió el llamado Camino de la Muerte, cerca de La Paz en
Bolivia, para llegar hasta Copacabana.
Tuvo oportunidad de
conocer el Lago Titicaca y sostuvo que “la isla del Sol es hermosísima, se ve
Perú de un lado y tiene diferentes climas”.
Una vez que retorne a la
ruta tiene pensado dirigirse a Nazca, para luego llegar a Machu Pichu, si bien
mantiene el contacto con su familia, en muchos lugares no cuenta con Internet o
es muy caro, uno de los objetivos de su viaje era también el de aportar su granito
de arena para que la gente tome conciencia ecológica. “En el lago hicimos una
balsa con botellas para que se dieran cuenta del daño que hacen”, destacó.///
Otros dos jóvenes en
bicicleta
Los necochenses Santiago
Mutilba y Lucas Corral, ambos de 20 años, se lanzaron el pasado 8 de marzo a
recorrer gran parte del país y Latinoamérica en bicicleta.
Cuando recorrían
Bolivia, camino hacia Oruro, se encontraron con Belén Aspiroz y, de casualidad,
comenzaron a hablar y se dieron cuenta que los tres eran de Necochea. Los
chicos compartieron unas horas juntos y después cada uno siguió su rumbo hacia
el Norte de Latinoamérica, Perú serían para los tres el próximo destino más
importante.
Además de los elementos
de aseo personal, los ciclistas necochenses portan un botiquín para primeros
auxilios y la carpa en la cual se refugian para pasar sus noches, generalmente
en cercanías de un río.
Pero la principal
compañera es la guitarra, que fue un símbolo de unión principalmente en el
Norte de nuestro país, que permitió compartir canciones y emociones a la luz
del fogón.
La carpa, cuarteles de
bomberos, casas de familia y hasta una catedral, fueron los sitios elegidos
para dormir algunas noches.
El promedio de pedaleo diario es de 60
kilómetros, aunque hay días ruedan a 100 km y en otros menos, según permita el
cansancio y el tiempo.///
Cortesia: www.ecosdiariosweb.com.ar
Etiquetas: Belen y Filomena
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