martes, 21 de febrero de 2006

Cuzco (Peru)

(01 al 05 Nov '00)

Esta es la segunda oportunidad en que hago los Caminos del Inca, aunque esta vez por falta de tiempo solo pudimos hacer la ruta de dos días, en compañía de mi hermana Mónica, su esposo Alberto y Maru una amiga vasca.

Partimos de Lima un miércoles 1 de noviembre del 2000, a las 7:15 a.m. en la Aero Continente y pisamos suelo cuzqueño a las 8:15 am. Nos registramos en el hotel Santa María, ubicado a media cuadra de la Plaza de Armas, un hotel muy limpio y cómodo y ahí mismo comenzamos a recorrer la ciudad. Comenzamos nuestro recorrido a pie por la ciudad, visitando la Catedral, Santo Domingo o también llamado el templo del Korikancha, luego nos dirigimos a Sacsayhuaman, complejo arqueológico muy cerca al Cuzco al cual se puede llegar en auto o a pie.

Luego de visitar Sacsayhuaman, continuamos hacia Kenko, Pucapucara y Tambomachay todos estos complejos muy cerca de la ciudad, los cuales se pueden visitar a pie, en auto o a caballo. El retorno al Cuzco lo hicimos en bus o combi como le llamamos aquí, ya que estábamos a media tarde, no habíamos almorzado y nuestras tripas ya reclamaban lo suyo.

El segundo día, fuimos a la ciudad de Sicuani (camino a Arequipa) a 2 horas del Cuzco. El objeto de ir a Sicuani, mas específicamente a Marangani, era porque Maru quería visitar a un ahijado que allí tiene; ella por medio de una ONG en España cubre parte de los estudios de este niño y mantiene comunicación con el niño por medio de la correspondencia, así que aprovechando su visita a Perú fuimos para que lo conociera.

Tomamos un taxi con destino a Sicuani, para de ahí dirigirnos a Marangani, al llegar buscamos a los representantes de la ONG y les explicamos cual era el motivo de nuestra visita, ellos nos indicaron el niño vivía en un poblado que se encontraba a dos horas de caminata de Marangani y que además como era el día de los difuntos era casi imposible ubicarlo, por lo que Maru se tuvo que regresar sin conocerlo, pero dejo encargado en la ONG que le entregaran unos presentes que le había llevado.

Ya que nos encontrábamos por allí, aprovechamos para conocer el pueblo de Langui y la laguna de Langui-Luyo (un sitio precioso) que se encuentra camino a Arequipa. De regreso al Cuzco visitamos cerro negro (donde capturaron a Tupac Amaru) y el pueblo de Tinta donde fue ejecutado; Tinta es un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido, es un lugar muy tranquilo y pintoresco.

Ese día regresamos al Cuzco a las 8:00 p.m. a comer y arreglar las cosas porque al día siguiente partíamos a hacer el Camino Inca.

El viernes muy temprano (7:30 am), tomamos el tren rumbo al kilómetro 104, punto de partida para realizar el Camino Inca de 2 días. Cerca de las 12:00 m bajamos del tren, nos registrarnos y emprendimos la caminata. Desde este punto hasta el refugio de Wiñaywayna son aproximadamente 3 horas de caminata dependiendo del ritmo con que uno camine.

El camino es una constante pendiente, no muy fuerte pero si muy larga, por lo que al principio hay que caminar despacio hasta que cada uno encuentre su propio ritmo. Mientras nosotros caminábamos con nuestras mochilas a cuestas, tratando de adaptarnos a estos caminos, los porteadores que son las personas que las agencias de turismo contratan para llevar las mochilas y equipaje de algunos turistas, nos pasan como si fueran locomotoras, es increíble la velocidad a la que caminan y la fuerza que tienen para cargar no solo una sino dos o tres mochilas.

En este primer día del trayecto hacia el refugio, se pasa por el complejo arqueológico de Wiñaywayna, el cual se encuentra muy bien conservado, luego de tomar las fotos respectivas y de admirar esta obra, continuamos camino al refugio al que llegamos a las 3 de la tarde.

Luego de armar el campamento, cocinar y almorzar, descansamos y por la noche nos fuimos al refugio a tomar una cervezas junto con los demás caminantes, felizmente este año había poca gente en el refugio no como el año pasado que parecía una feria.

A las 5 de la mañana emprendimos la caminata hacia Machu Picchu, llegando al Intipunku o Puerta del Sol a las 6 para ver como el sol iluminaba todo el complejo, luego de este espectáculo bajamos hacia Machu Picchu, dejamos las mochilas, comimos algo y subimos al Wayna Picchu, Apu tutelar de Machu Picchu, la subida tarda 1 hora y hay que tener mucho cuidado porque la pendiente es muy pronunciada y si uno se cae al abismo no la cuenta. Al llegar a la cumbre se puede apreciar mas restos arqueológicos, además la vista que se tiene de Machu Picchu y sus alrededores en impresionante. Para poder subir hay que registrarse en la cabaña del guarda bosque, en caso que algo suceda y la subida solamente esta permitida hasta las 2 de la tarde.

Luego de bajar recorrimos todo Machu Picchu, para a las 3 de la tarde tomar el bus a Aguas Calientes y abordar el tren al Cuzco. Luego de 4 cansadoras horas llegamos al Cuzco a las 9 de la noche, nos registramos en el hotel salimos a comer algo y luego a dormir.

Por la mañana del ultimo día de nuestra estadía en esta maravillosa ciudad que es el Cuzco fuimos a visitar el Valle Sagrado, visitando primero la feria de Pisac y luego sus ruinas, después de almorzar continuamos hacia las ruinas de Ollantaytambo para de allí seguir rumbo a la ciudad de Chincheros a conocer su iglesia llena de pinturas y murales de la escuela cuzqueña, visitamos su feria artesanal y luego regresamos al Cuzco a preparar las mochilas para el retorno a Lima. Lastima que no hubo tiempo de conocer los complejos arqueológicos de Tipon, Pikillacta y la iglesia de Andahuaylillas que dicen que es la capilla sixtina de América ya que se encuentra decorada en su totalidad por pinturas murales, pero bueno será para la próxima.

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