jueves, 23 de febrero de 2006

Viaje por la sierra central del Peru

(1 al 4 de mayo '03)

Aprovechando el fin de semana largo que hubo del 1 al 4 de mayo, un grupo de geriátricos como yo los bautice (mi papá, su hermano, un primo de ellos, todos ellos en base 6.5) y yo como el enfermero, así me bautizaron ellos, emprendimos viaje rumbo a la ciudad de Huancayo en la sierra central de Perú.

La partida fue en la puerta de mi casa; el jueves 1 a las 5 AM iniciamos nuestro inolvidable viaje, teníamos que llegar al peaje de Corcona antes de las 7:30 AM ya que ha esa hora se cerraba la carretera en el tramo Corcona - Yauli, porque se iba a correr el Gran Premio Presidente de la República, mas conocido como la 1 de Mayo. En este tramo se cruza el Abra o Puerto de Anticona mejor conocido como Ticlio (4818 msnm).
Nuestra primera parada fue en el restaurante Muruhuay, que se encuentra pasando Yauli para tomar un buen desayuno, mientras nos alimentábamos pudimos ver a los diferentes auxilios mecánicos de los autos que se preparaban para recibirlos y hacerles su servicios antes de que continuaran su carrera hacia la ciudad de Tarma.

Arribamos a la ciudad de Huancayo (La Incontrastable) (3249 msnm) cerca de las doce de la mañana, previa parada en Concepción para conocer el Hotel Loma Verde, un hotel muy simpático de arquitectura rústica y decorado con muy buen gusto, el cual se encuentra justamente como su nombre lo indica en una loma y desde donde se tiene una vista impresionante del todo el valle del Río Mantaro.

Una vez llenado el tanque de combustible de nuestra Galloper Turbo Diesel Intercooler, nos dirigimos hacia el complejo arqueológico de Warivilca, el cual queda a la salida de Huancayo. Dicho lugar se encuentra bien conservado, se ha hecho algunos trabajos para su mantenimiento y según los entendidos era un lugar religioso donde los sacerdotes incas ofrecían sacrificios a sus dioses, es un complejo cuadrangular con habitaciones, al interior se puede apreciar dos molles de aproximadamente 450 años de antigüedad, ya el Cronista Pedro Cieza de León los menciona en sus crónicas.

Terminada nuestra visita salimos rumbo a Acostambo, desde donde comienza un pronunciado descenso que nos conduce a Izcuchaca, que es justamente donde se encuentra el desvío hacia la ciudad de Huancavelica. La carretera hasta ahí es afirmada por algunos tramos en buen estado y otros con bastantes huecos por lo que no se puede ir muy rápido.

Al llegar a Izcuchaca nos detuvimos para poder apreciar un antiguo puente colonial sobre el Río Mantaro, es un puente hecho íntegramente de piedra y cuenta con una torre en uno de sus extremos, este puente era el antiguo acceso a Izcuchaca; previa sesión de fotos continuamos nuestro camino hacia Huancavelica. Al parecer este puente fue reconstruido en el año de 1848, ya que sobre la punta de su torre hay una veleta en la cual figura dicha fecha.

La carretera comienza a ascender y dejamos atrás el Río Mantaro, esta carretera es afirmada y no cuenta con un adecuado mantenimiento, a partir del pueblo de Huando comienza el asfalto hasta Huancavelica o lo que queda de el. A partir de este punto la carretera comienza a ascender, la pendiente es suave hasta Cachillalla para luego comenzar a bajar hasta llegar a Huancavelica (3675 msnm) o Villa Rica de Oropesa, nombre con el cual los españoles fundaron la ciudad. Fueron 12 horas de viaje con paradas para comer, tomar fotos y filmar.

Huancavelica es una ciudad con muy poco movimiento y muy chica, mas parece un pueblo que la capital de un departamento. Nos hospedamos en el Hotel Presidente frente a la Plaza de Armas, es un hotel cómodo y limpio, luego de acomodarnos en las habitaciones y de asearnos salimos a caminar por la ciudad, a buscar un lugar donde poder cenar para regresar al hotel y dormir temprano luego de una larga y cansadora jornada de viaje.

El día viernes muy temprano y luego del desayuno partimos rumbo a Ayacucho. Retornamos hacia Izcuchaca para de ahí tomar La Mejorada, carretera que bordea todo el Río Mantaro hasta el puente Mayoc, limite entre los departamentos de Ayacucho y Junin.

A pocos kilómetros de Huancavelica, llegamos al poblado de Sachapite tomamos un desvío a la mano derecha de aproximadamente 8 Km. para llegar a las ruinas de Ushcus Inca Ñan, un complejo casi derruido, del cual queda muy poco, que al parecer era un centro religioso. En este tramo también se puede apreciar un bosque de piedras, con formaciones muy extrañas, pero interesantes. Continuamos nuestro camino hacia Izcuchaca, para luego tomar La Mejorada hacia Ayacucho. La carretera corre por la margen izquierda del Río Mantaro, en algunos tramos se pasa por abismos de hasta 150 metros, la carretera es afirmada, muy estrecha y su estado es regular y con muy poco transito; eso si las vistas son impresionantes. Por esta carretera se corre todos los años la famosa carrera Los Caminos del Inca.

Durante este tramo pudimos apreciar la Represa de Tablachaca, la cual tiene una antigüedad de aproximadamente 30 años. Al llegar al Puente Mayoc, el Río Mantaro se desvía hacia la izquierda y se pierde de vista, mientras que nosotros continuamos hacia la derecha, en este punto dejamos el departamento de Junin e ingresamos al departamento de Ayacucho. En la primera parte del tramo comprendido entre Mayoc y Huanta nos acompaño un paisaje en cual se podía ver un bosque de cactus, daba la impresión de encontrarnos en Nuevo México o Arizona, parecía el Gran Chaparral solo faltaba la presencia de algún indio Apache.

A partir de aquí, comenzamos nuestro ascenso hacia la ciudad de Huanta (2628 msnm), ciudad que fue duramente castigada por el terrorismo en la década de los 80s., a pocos kilómetros de la ciudad nos detuvimos en una pequeña laguna que se encuentra al borde de la carretera, el lugar parecía el paraíso, en sus tranquilas aguas se podía ver reflejado los cerros así como los árboles que la rodean, las nubes y el intenso azul del cielo, parecía un espejo gigante, en este lugar se podía respirar paz y tranquilidad, un lugar para relajarse luego de tan largo viaje.

Después de las fotos y filmación de rigor continuamos hasta entrar a la ciudad de Huanta, donde por fin dejamos la tierra y se inicia el asfalto hasta la ciudad de Ayacucho o Huamanga como la conocen algunos, a donde arribamos pasadas las 6 de la tarde. Mientras nos acercábamos a la ciudad, pudimos ver a lo lejos el obelisco erigido en la Pampa de la Quinua, lugar en donde se enfrentaron el Mariscal Sucre por el lado de los patriotas y el Virrey La Serna, quien junto con General Canterac lideraban las fuerzas Realistas o españolas. En dicha batalla gracias al triunfo de Sucre se sello la independencia del Perú y de América.

Una vez en Ayacucho (2746 msnm), nos dirigimos al Hotel Santa Rosa para registrarnos. El Hotel se encuentra a media cuadra de la Plaza de Armas, es una antigua casona muy bien conservada, la cual ha sido declarada patrimonio cultural y es de propiedad de un ciudadano español que llego al Perú hace mas de 40 años.

Ese día luego de registrarnos, salimos para conocer algo de la ciudad y algunas de sus 33 iglesias, las cuales en su gran mayoría se encuentran cerradas y solo para la Semana Santa abren sus puertas, salvo muy pocas que se pueden encontrar abiertas los sábados, domingos o cuando hay alguna fiesta religiosa.

Por la noche fuimos a cenar a Ninos, restaurante especializado en carnes que se encuentra frente a la Iglesia de Santo Domingo, la comida estuvo excelente muy rica y ya con la barriga llena y el corazón contento, nos fuimos a dormir para recuperar fuerzas y poder continuar el día siguiente.

El día sábado teníamos planeado retornar a Huancavelica por la ruta Julcamarca - Lircay, pasar la noche ahí y luego emprender el retorno a Lima vía Catrovirreyna, pero hubo un cambio de planes y decidimos no hacerlo, mas bien optamos por ir a conocer Vilcashuaman y sus alrededores, en el valle del Río Pampas.

Este circuito es de aproximadamente 250 Km. ida y vuelta y demanda todo el día. El camino a Vilcashuaman (3470 msnm) se inicia por una carretera afirmada en muy mal estado, con muchos huecos que comienza a subir hasta el Abra de Toccto (4240 msnm) en donde se debe tomar el camino de la derecha, ya que a la izquierda nos lleva al Cuzco. A partir de este punto la carretera mejora mucho, pero hay que tener cuidado ya que comienza una bajada y el camino se angosta un poco. Una vez llegado al desvío hacia la ciudad de Cangallo, tierra de los Morochucos, continuamos por la izquierda por una carretera afirmada en muy buen estado, hacia el pueblo de Vischongo.

Se podía apreciar el verde de la vegetación mezclado con el amarillo de los cultivos de trigo, acompañado de un cielo azul intenso salpicado por el blanco de las nubes, todo un espectáculo.

Poco antes de Vischongo, se encuentra el desvío al Intiwatana. Este complejo se encuentra a orillas la laguna de Pumacocha, acá se puede apreciar los Baños del Inca, lugar donde se encuentra una piedra de 17 ángulos y como su nombre lo indica el Inca se bañaba, además esta la Casa del Inca y la Portada del Sol. A partir de este punto comenzamos a tener problemas con el arrancador de nuestra camioneta, la cual no prendía sino hasta después de varios intentos, este problema nos acompañaría el resto de nuestro viaje, pero no impediría que lo disfrutáramos, es parte de la aventura.

Por fin después de algunas horas llegamos a nuestro destino, el pueblo de Vilca. Lo primero que visitamos fue el Ushnu, una edificación de cuatro pisos escalonados íntegramente hecho con bloques de piedras, como todo lo edificado por los incas. Se ingresa por un portal de piedra y se suben unas escaleras hasta la parte alta, en donde se aprecia dos sillas de piedras en las que se supone se sentaba el Inca acompañado de su Colla. En la parte posterior de este complejo se puede ver lo que al parecer eran las habitaciones del Inca además de otro portal lateral.

También visitamos las ruinas de Vilcashuaman, que en quechua significa Halcón Sagrado, dichas ruinas se encuentran a escasos metros del Ushnu. Este complejo al parecer es bastante grande y no se puede apreciar en su totalidad ya que algunas casas del pueblo están construidas sobre el lugar, pero según una señora del lugar nos comento, ya existe una resolución de alcaldía que ordena la reubicacion de dichas viviendas para que se pueda apreciar todo el complejo en su totalidad. Este complejo según los entendidos era un centro ceremonial y religioso dedicado a los dioses incas y su particularidad esta en que los españoles edificaron una iglesia en la parte superior del complejo, de esta manera se aprecia dos clases de arquitectura, las inca y la española; parecería que los españoles hubieran querido decir que su dios era superior y más poderoso que el dios de los Incas.

Terminada la visita a este lugar comenzamos el regreso a la ciudad de Ayacucho a donde arribamos a las 6 de la tarde directo al hotel y a cenar ya que durante el día estuvimos comiendo solo galletas y chocolates.

El domingo 4 de mayo, ultimo día de nuestro viaje salimos muy temprano de Ayacucho ya de regreso a Lima, cogimos la Vía Los Libertadores (asfalto) que nos conduce hasta el puerto de Pisco en la costa. Luego de pasar el Abra de Apacheta (4480 msnm), nos topamos con la famosa Puya Raymondi a un costado de la carretera, planta que florece una vez cada 100 años, dejamos la camioneta a un costado de la carretera y bajamos para poder admirar, fotografiar y filmar la famosa Puya, para luego seguir nuestro camino hasta Rumichaca.

En Rumichaca, dejamos el asfalto y tomamos el desvió hacia Pilpichaca, para dirigirnos al Paso de Chonta el cual se encuentra a 4800 msnm. Al llegar al desvío a Santa Inés nos cruzamos con una pareja muy joven de belgas que se encontraban viajando en bicicleta, quienes habían iniciado su viaje en México y tenían planeado viajar hasta noviembre de este año. Ellos estaban viniendo de Huancavelica por Santa Inés y se encontraban rumbo a Ayacucho, para de ahí seguir su camino hacia el Cuzco, Puno, La Paz. Nos detuvimos unos minutos a conversar con ellos, intercambiamos nombres y direcciones, nos tomamos fotos y luego cada uno siguió su camino en direcciones contrarias.

Nosotros continuamos hasta llegar al Paso de Chonta, avanzamos hasta el desvío a la Mina Caudalosa y Huachocolpa a 55 Km de Huancavelica, en este punto regresamos sobre nuestros pasos para tomar el camino a Castrovirreyna, por donde antiguamente pasaba la carretera a Ayacucho. En este tramo de puna, pudimos apreciar las lagunas de Choclococha, Orcococha, Pacococha y Pultog Grande, además de una gran cantidad y variedad de animales como patos, patillos, vizcachas, chinalindas, guayatas, llamas, alpacas, etc.

La primera parte del afirmado a Castrovirreyna (3975 msnm) esta regular, pero mejora mucho en los últimos kilómetros. Actualmente Castrovirreyna parece un pueblo fantasma con poco movimiento, ya que desde que la carretera a Ayacucho dejo de pasar por ahí, el pueblo esta muriendo lentamente.

Un poco mas delante de este punto y por unos 40 Km, la carretera comienza a descender y nos acompaña un impresionante abismo todo el camino de aproximadamente 300 metros de profundidad, la vía es muy angosta y el transito es casi nulo, apenas nos cruzamos con cinco autos en todo el trayecto; la vista que se tiene es espectacular, este impresionante descenso culmina en el poblado de Ticrapo, a partir de este punto el afirmado continua hasta terminar en al Km. 79 aprox. de la Vía los Libertadores, en donde nuevamente cogemos la carretera asfaltada y nos dirigimos a Pisco en la costa, llegando finalmente a Lima a las 8:45 PM luego de 14 horas de viaje, muertos de hambre, ya que lo único que comimos ese día fueron galletas y chocolates. Los cuatro llegamos cansados, con hambre, llenos de polvo pero contentos de haber podido completar esta vuelta de 1600 kilómetros.
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