Por el norte y nororiente del Peru
(27 Jul - 4 Ago '00)
Llegamos a Chiclayo, la Ciudad de la Amistad a las 7 de la noche, luego de 12 horas de viaje, nos hospedamos en el Gran Hotel Inka, salimos a cenar y luego a dormir ya que al día siguiente muy temprano nos íbamos hasta Moyobamba. Esta vez viajamos mi hermana, mis padres y un primo de mi papa con su esposa.
Muy temprano en la mañana (7 am), dejamos el hotel y nos dirigimos hacia el desvío a Olmos, Corral Quemado para luego subir hacia el abra de Porcuya. Toda la carretera es completamente asfaltada, salvo algunos tramos camino al abra que están un poco deteriorados por los deslizamientos de tierra que allí ocurren, pero en fin no eran impedimento para que no pasara nuestro Nissan Sentra y la Hiunday Galloper de mi tío. El camino hacia el abra de Porcuya es impresionante muy trabado, lleno de curvas y contracurvas pero el paisaje es espectacular vale la pena, del abra Porcuya comienza a bajada a Jaen, Bagua y Pedro Ruiz, a partir de acá va cambiando la vegetación se pone más montañoso todo verde, el camino sigue igual con muchas curvas.
Pasando el desvío a Jaen, el valle se va ensanchaba dando paso a los cultivos de arroz; el paisaje se asemejaba a aquellos vistos en cuanta película sobre Vietnam se ha hecho, inmensos campos de arroz tanto a la derecha como a la izquierda de la carretera y cocoteros por doquier. Pasamos por los poblados de Bagua Chica y Bagua Grande, la entrada a este ultimo tiene una muy bonita vista, ya que la carretera esta flanqueada de cocoteros. Continuamos nuestro viaje y nos detenemos en el poblado de Pedro Ruiz (3 pm), donde se encuentra el desvío a Chachapoyas, capital del departamento de Amazonas; luego de almorzar algo ligero nosotros continuamos hacia Moyobamba, mientras que mi tío y mi tía se fueron a Chachapoyas, donde nos encontraríamos al día siguiente.
Continuamos por la carretera asfaltada y llegamos a la laguna de Pomacochas, donde se encuentra el hotel Puerto Pumas, con una vista magnifica sobre la laguna. De aquí, la carretera continua por una suave pendiente, hasta que se inicia el descenso hacia Rioja y Moyobamba. Esta parte es muy impresionante, no solo porque la carretera va serpenteando por entre los cerros con curvas y contracurvas, sino también por el paisaje, todo es verde, la vegetación es exuberante, una vez que termina el descenso el valle se abre y nos muestra todo lo que tiene.
El primer centro poblado que cruzamos es Nueva Cajamarca; este poblado en sus inicios era un punto a donde llegaban muchos pobladores de Cajamarca (por eso el nombre), a comercializar sus productos y a comprar productos provenientes de la selva, pero con el pasar de los años, la gente comenzó a establecerse en el lugar y fue así como surgió Nueva Cajamarca.
Seguimos avanzando y arribamos a Rioja, dimos una vuelta por la ciudad y continuamos hacia Moyobamba, en el valle del río Mayo, donde pasaríamos la noche. El camino de Rioja a Moyobamba se suponía que era asfaltado, pero más parecía una zona de guerra, ya que la cantidad de huecos era impresionante, el auto salía de uno y entraba en otro. Por fin a eso de las 7 de la noche llegamos a Moyobamba, ha buscar hotel y luego a cenar.
Por la mañana fuimos a dar una vuelta por los alrededores de Moyobamba, desayunamos en el Hotel Puerto Mirador, el cual tiene una impresionante vista del Valle del Río Mayo, ya que se encuentra sobre una colina, parece que estuviéramos sobre un balcón. Luego fuimos a un vivero, el cual se dedicaba única y exclusivamente a las orquídeas, cientos de ellas es increíble la cantidad de orquídeas que se pueden encontrar de todos los tamaños, formas y colores.
Iniciamos en regreso a Pedro Ruiz, en donde nuevamente nos detenemos para almorzar, para luego tomar el desvío y dirigirnos a Chachapoyas, a donde llegamos a las 4 pm. A partir de aquí la carretera es afirmada, pero felizmente se encuentra en buen estado, son aproximadamente 2 horas de manejo desde Pedro Ruiz a Chachapoyas, tierra de los Sachapuyos. La carretera va por la margen izquierda del río Uctubamba; poco antes de llegar Chachapoyas nos detenemos en Punta Limón, un mirador natural desde el cual se puede ver el río Uctubamba y la carretera que se dirige hacia Tingo, Kuelap y Leimebamba.
Chachapoyas, por ser la capital del departamento de Amazonas, uno pensaría que es una ciudad parecida a Pucallpa, Iquitos, rodeada de abundante vegetación y con bastante calor y humedad, pero no es así ya que esta ubicada a 2,335 m.s.n.m y más se parece a una ciudad de la sierra. El nombre de la ciudad proviene del vocablo "chachapoyacuno" que significa "bosque o monte de neblina", pero no pudimos comprobar si hacia honor a su nombre ya que durante los dos días que estuvimos el tiempo fue espléndido, con cielo despejado y sin neblina. Chachapoyas fue fundada el 5 de setiembre de 1538 por Alonso de Alvarado y es una de las ciudades más antiguas del Perú.
Una vez instalados en el hotel, nos encontramos con mis tíos que habían llegado el día anterior y nos fuimos a cenar. Por la noche una vuelta por la ciudad, algo que me llamo la atención fue no encontrar una catedral en la Plaza de Armas, en vez de ella había una iglesia de estilo moderna, algo poco común en un pueblo de la sierra, pero en fin. Otra cosa que también llama la atención es la cantidad de balcones existentes, algunos muy antiguos de todos los tamaños y formas. Aun se conservan las amplias casonas con techos de tejas, grandes patios, rodeados de huertos y jardines, lo que demuestra la influencia española.
Por la mañana muy temprano nos dirigimos a la Fortaleza de Kuelap (3000 msnm), ubicada en el distrito de Tingo, provincia de Luya; para ello tomamos la carretera que va a Leimebamba. La Fortaleza de Kuelap se encuentra aproximadamente a 35 km. de Chachapoyas, atravesando el cañón del río Utcubamba, el camino es todo afirmado hasta el pueblo de Tingo, pero en buen estado; en Tingo se encuentra el desvío a Kuelap, a partir de aquí el camino es de subida pero muy pedregoso, angosto y con abismos pero valió la pena las casi dos horas de subida, el paisaje era alucinante, al llegar a la parte de arriba se estacionan los autos y se tiene que caminar cerca de 20 minutos hasta la misma fortaleza, la cual es impresionante ya que se encuentra rodeada por muros defensivos de aproximadamente 20 metros de altura.
El nombre de Kuelap proviene de la palabra "Cónlap", que es la denominación de un pueblo que habitaba la zona en 1591. La fortaleza cuenta con una serie de terraplenes de 15 a 20 metros de ancho y sobre estos se levantan impresionantes muros inclinados. Las entradas a la fortaleza, tres en total, están construidas en forma de embudo, teniendo 3 metros de ancho en la parte exterior y 70 centímetros en el interior, según nos dijeron esto era una medida de defensa, ya que en caso de ataque, los atacantes solo podían entrar de uno en uno. Dos de las entradas están ubicadas hacia el este y la tercera en el sector opuesto.
Una vez dentro de la fortaleza esta se divide en dos sectores, el pueblo alto y el pueblo bajo, con un torreón en la parte sur y otro en la parte norte. Se pueden apreciar las viviendas que eran de forma circular, se ha reconstruido una para tener una idea de como eran.
Los muros defensivos de la fortaleza, son de piedra caliza y delimitan el "pueblo bajo" y el "pueblo alto".
En el Pueblo Bajo, se encuentran 335 estructuras circulares. En el extremo sur se puede apreciar una construcción que parece un cono invertido, llamada el Tintero y que mide 5.5 metros de alto y 13.7 metros de diámetro. En el interior se encuentra una cámara en forma de botella de más de 5 metros de profundidad. Se piensa que la finalidad de esta construcción ceremonial.
En el llamado Pueblo Alto, hay 80 construcciones de piedra; las que sobresalen o llaman mas la atención son el Castillo y el Torreón. La finalidad del primero también era ceremonial y cuenta con tres plataformas superpuestas. El Torreón, esta ubicado al norte del Pueblo Alto, mide 7 metros de altura y su función era defensiva, desde aquí se tiene una buena vista panorámica del lugar.
Según los datos que se tienen, Kuelap fue descubierta en 1841 por el juez de 1° Instancia Juan Crisóstomo Nieto y fue habitada entre los años 500 y 1,000 D.C. Se ha calculado que en su construcción se habría utilizado 25000,000 de metros cúbicos de material, tres veces más que en la pirámide de Keops, en Egipto.
La vista que se tiene desde allí es impresionante ya que esta ubicada en la cima de una meseta rocosa desde donde se puede dominar todo, esta construida justo sobre los riscos de esta meseta. Gran parte de la fortaleza esta invadida por arbustos, arboles y matorrales, ya que paso varios siglos perdida en la selva. En Kuelap aun hay mucho por descubrir e investigar, la fortaleza tiene 584 metros de largo por 110 metros de ancho.
Al parecer, Kuelap fue abandonada antes de la llegada de los españoles, pero hasta el día de hoy es un misterio el porque de esta decisión. Antonio Raimondi, fue el primero en realizar estudios en el lugar en 1860 y descubrió el esqueleto de un hombre de dos metros de altura y cráneos con cabellera rubia, agregando otro misterio sin resolver a los ya existentes.
Después de estar en la fortaleza quisimos seguir hacia Jalca Grande y pernoctar en Leimebamba, donde se encuentran las momias que fueron encontradas en la Laguna de los Cóndores y al día siguiente salir para Celendin pasando por Balsas y llegar a Cajamarca, pero nos informaron que el camino estaba pésimo y como estabamos en un auto no nos arriesgamos, además que por esa carretera pasan solamente 2 o 3 camiones al día, por lo que decidimos ir a dormir a Jaén y luego a Cajamarca vía Chiclayo.
Llegamos a Jaén a las 7 de la noche a buscar hotel, comer y dormir ya que estabamos cansados. Al día siguiente partimos a las 9 de la mañana hacia Chiclayo; pasamos por el puerto de Pacasmayo, visitamos sus casonas antiguas algunas de ellas bien conservadas, luego en Lambayeque paramos en la casa Mongui, la cual la estaban restaurando, entramos a las Pirámides de Túcume. Almorzamos en Chiclayo para luego continuar hacia Cajamarca, pasando por la represa de Gallito Ciego donde se ha formado una laguna de aprox. 20 km. de extensión; durante la construcción de esta represa se tuvo que reubicar a los pobladores de Tembladera, ya que este pueblo seria cubierto por las aguas. Por fin a las 7 de la noche llegamos a nuestro destino, Cajamarca.
Por la mañana fuimos a la comunidad de Granja Porcon en Cajamarca, es un lugar precioso rodeado de miles y miles de pinos; son como 11 mil hectáreas reforestadas con estos pinos, es un bosque inmenso. Porcon actualmente esta siendo administrado por la comunidad Evangelista, la cual esta haciendo un muy buen trabajo, dentro de Porcon han construido un albergue en el que uno se puede hospedar si lo desea, además cuentan con talleres de carpintería, cerámica y otros, todos los integrantes de la comunidad trabajan y viven en armonía con la naturaleza.
La reforestación de esta zona se inicio hace aproximadamente 25 años y en este momentos están listos para que la madera de dichos pinos sea explotada pero en forma racional, pensando siempre de reemplazar los arboles talados por otros plantones jóvenes. Por todos los caminos que hay dentro de la comunidad, se pueden leer carteles con textos bíblicos.
Luego en la tarde visitamos el fundo de La Colpa una casa hacienda antiquísima la cual la han arreglado tratando de darle el esplendor que tuvo hace 40 años, esta muy bien mantenida, todo debido a que la han comprado y el nuevo dueño la esta remozando, porque desde que la reforma agraria la expropio, la cooperativa que luego ahí funciono la destruyo casi totalmente.
De regreso a Cajamarca pasamos por el pueblo de Llacanora y los Baños del Inca, lugar donde se puede tomar un reconfortante baño en aguas termales.
Al siguiente día, partimos para Trujillo, almorzamos en la playa de Huanchaco famosa por sus caballitos de totora y pernoctamos en Trujillo, la ciudad de la eterna primavera. El ultimo día de nuestro viaje transcurrió de manera tranquila, hicimos algunas paradas; una de ellas fue cerca de Casma en Las Aldas, un albergue muy rústico y tranquilo, el cual no cuenta con electricidad, en consecuencias no hay radios, televisores, microondas, etc.; esto es parte de su atractivo, el alumbrado es con antorchas y lampas a kerosene, la cocina es a leña. Cuenta con bungalows y en la parte central se encuentra una pequeña construcción donde esta el comedor y una salita para descansar o sentarse a descansar. Este lugar es excelente para desconectarse de la ciudad ya que todo es paz y tranquilidad.
Luego de esta corta visita, continuamos viaje hacia Lima, llegando cerca de las 8 de la noche, luego de haber disfrutado de una excelente semana.
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Etiquetas: Nororiente, Norte, Peru
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