El barrio de los artesanos de Cuzco

San Blas es uno de los barrios más auténticos y bohemios de Cuzco. Si busca un recuerdo diferente, curiosee en las galerías y talleres que los artesanos y artistas llegados de todos los rincones de Perú han abierto aquí.

Hablar de compras en Cuzco raya en el sacrilegio. Pero nos permitimos esta licencia porque lo que se va a encontrar en el barrio de San Blas no es un vulgar shopping. Si pensaba que el universo del souvenir en Perú se limitaba a ponchos de alpaca, manteles de colores e imanes de la Pachamama, en este distrito al noreste de la Plaza de Armas, conocido también como el Barrio de los Artesanos, encontrará joyas en plata, ropa de diseño y, sobre todo, excelentes copias de pinturas de la catedral (escuela cusqueña) y tallas en madera policromada.

Hablar de artesanía es hacerlo de bohemia, y San Blas no es la excepción. Aquí la atmósfera es mucho más sosegada que en el centro, con callejones donde campan libremente gallinas y perros, ventanas con la colada tendida, pequeños hoteles familiares, restaurantes donde paran más locales que turistas y, por supuesto, talleres, salas de exposiciones y pequeñas galerías.

La mayoría se concentran en la cuesta de San Blas (cuestísima, de lo vertical que es), en las calles Carmen Alto y Tandapata, y en la plaza de la iglesia, también llamada de San Blas. [Ésta es un templo de adobe del siglo XVI que da nombre al barrio. Según la leyenda, fue construida por un indígena aquejado de una enfermedad letal que, tras su milagrosa recuperación, dedicó su vida a tallar el púlpito para la iglesia.]

Muchos de los talleres se han convertido en museos, como el de Hilario Mendivil, un artesano que ha creado fantásticas figuras religiosas con cuello de girafa. Aunque en las galerías también se pueden admirar obras de otros importantes artistas contemporáneos, como las del escultor del «barro de protesta» Edilberto Mérida y las máscaras de Santiago Rojas. Antes que ellos, durante el imperio inca, se cree que esta zona estuvo habitada por orfebres, ceramistas, pintores y escultores llegados de todos los rincones del Imperio.

No somos infalibles, así que puede que no encuentre nada de su gusto. No obstante, no se irá con las manos vacías. Por su situación elevada, San Blas ofrece una admirable panorámica de Cuzco. Y ésta es gratis.

Fuente: www.ocholeguas.com